Especial: Batman volumen 1 & Detective cómics volumen 1
Formato:
TPB de tapa dura en acabado mate con detalles en lustre, y con interiores en hojas tipo revista.
Sinopsis y contenidos
Batman se pregunta si está soñando. Alguien le contesta que no.
Sin embargo, aunque la ciudad nos es familiar algo nos dice que no es la Gotham que conocemos… Selina Kyle corre por sus calles montada en su Catillac hasta llegar a la puerta de un bar de mala muerte en el Callejón del Crimen. Al pasar al interior el barman, un tal Joe Chill, le informa de que la gente está empezando a llegar. Él no asistirá, estará ahí mismo, indicando a la gente dónde ir. Selina se extraña, porque creía que Joe estaba muerto, pero él responde: «Estuve aquí al principio de todo, señorita Kyle. No me voy a perder el final».
En la trastienda se han empezado a reunir los asistentes a la ceremonia, y entre ellos vemos al primer Capucha Roja, y a Alfred, que recibe a Selina. Bruce, que ahora solamente es una voz fuera de plano, se sorprende al ver que se trata de un velatorio, y el que se encuentra en el ataúd es Batman…
Los asistentes al funeral siguen explicando historias sobre Batman, de diferentes vidas y diferentes muertes. Batwoman (otra Batwoman, ninguna que conozcamos) explica cómo murió luchando, sacrificando su vida para impedir que una bomba volase la ciudad. El Sombrero Loco relata cómo le mató. El Joker explica cómo una sobredosis de su toxina acabó con él. En ningún caso nadie se alegra de su muerte… Un Robin adulto echa de menos a su héroe y mentor… Clayface dice que murió salvándole la vida. Bullock cuenta cómo dio su vida al salvar a una niña en una riada. Ra’s al Ghul relata la historia de su enemistad, y cómo tristemente murió a causa del veneno de un escorpión que nada tenía que ver con él. Superman explica cómo se enfrentaba a una muerte segura y aun así plantó cara a sus enemigos…
Material adicional
- Secret Origins #36 (Pavane)
- Secret Origins #36 (The secret origin of man-bat)
- Secret Origins Special #1 (Original Sin)
- Secret Origins Special #1 (When is a door)
- Batman Black and White #2 (A Black and White World)
Críticas y conclusiones
Neil Gaiman a lo largo de toda esta historia introduce pequeños elementos, que los conocedores saben reconocer como referencias a distintas épocas de la larga historia de Batman, desde su inicio en 1939 hasta el día de hoy. De esta forma, el escritor no sólo rinde un homenaje a toda la vida del personaje y le escribe su “carta de amor” a Batman, sino que refleja la construcción progresiva del mito de Batman, rizomáticamente podríamos decir siguiendo al filósofo Gilles Deleuze, desde su primera aparición a cargo de Bob Kane y Bill Finger, pasando por numerosas etapas en las que cada creador aportó lo suyo, no únicamente en el cómic sino también en los otros medios en que apareció el personaje. De esta forma, podemos identificar en estos cómics al Riddler de la serie de televisión de la década de 1960, la Catwoman de la Golden Age, el Joker de la serie animada de los 90’s, al Azrael original diseñado por Joe Quesada, a Harvey Bulllock y Renée Montoya, la referencia a Killing Joke y, si se quiere, se puede encontrar un parecido con el Joker de Jack Nicholson de la película de Tim Burton de 1989. (No es mi propósito enumerar exhaustivamente todas las referencias y esta lista muy breve sirve sólo como ejemplificación).
Es interesante y llamativo, tal vez lo que más afecta al lector, la propuesta de explicación de Gaiman de cómo sucede esto con Batman, cómo con el correr de los años va mutando y reformándose. Lo que el escritor nos propone es que Batman en cada uno de esos cambios, cada vez que pasa por esas reformas, actualizaciones, o como se lo quiera llamar, muere para volver a nacer como Batman, pero nace diferente, siempre diferente. La cuestión de si el cambio es mejor o peor queda en la subjetividad de cada uno, pero observando históricamente los devenires de este personaje, de este mito moderno, notamos que sea como sea que se lo aborde, se lo entienda y se lo presente, es innegable que todas y cada una de esas reformulaciones aportan lo suyo a la construcción del mito, haciéndolo un poco más rico cada vez. Y está claro desde un primer momento que lo que también hace con esta historia Gaiman, voluntaria o involuntariamente, es aportar lo suyo al mito, a la formación del héroe, con su propuesta de explicación y coordinación de las sucesivas reinterpretaciones y, principalmente, con su enunciación de la esencia de Batman. Pero volveremos sobre esta cuestión luego.
Retomando y pensando un poco más sobre el significado de la muerte en este cómic, se puede entender que Gaiman con la muerte de Batman, con las sucesivas muertes de Batman siempre diferentes, no hace más que expresar simbólicamente el cambio. Cada cambio es sufrido, representa el dolor de dejar atrás algunas cosas y la incorporación de nuevos elementos desconocidos que comportan desconfianza. Muere un Batman para que nazca otro Batman distinto. La muerte y el correspondiente renacimiento simbolizan el cambio. Porque siempre hay un renacimiento. Porque Batman nunca muere. El que muere es un Batman, una versión de Batman, para que aparezca otra con modificaciones. Pero El Batman nunca muere. Y, citando una de las mejores líneas de Whatever Happened to the Caped Crusader?, ¿qué pasa con Batman cuando muere?: “No vas al Cielo o al Infierno. ¿Sabes cuál es la única recompensa que recibes por ser Batman? Ser Batman”.
Ahora bien, ¿qué significa ser Batman? Como bien dice Gaiman en las páginas finales, aún con interpretaciones radicalmente diferentes y a veces opuestas entre sí, hay cosas que nunca cambian, ciertas cosas que nunca faltan, que permanecen. Es esta la forma que tiene el escritor de expresar cuál es, al menos desde su punto de vista, la esencia de Batman, el ser en sí de Batman, el significado de ser Batman. De esta forma, él nos dice a través de la reflexión del propio héroe: «Mantengo esta ciudad segura. Aún cuando sólo esté más segura por una sola persona… (…) Yo nunca me rindo. No puedo rendirme. Yo soy Batman. Yo protejo esta ciudad. Rescato gente. Investigo crímenes. Cuido de los inocentes. Corrijo a los culpables. Y ahora lo entiendo. De verdad lo entiendo. El final de la historia de Batman es, ‘Batman murió’. Porque, al final, Batman muere. ¿Qué más podría hacer? ¿Retirarme y jugar al golf? No funciona de esa manera. No puede ser así. Peleo hasta que caigo. Y un día, caeré. Pero hasta entonces, peleo».
Su madre completa esa reflexión de la siguiente manera: «Peleas hasta que es el momento. Y entonces mueres. Cuando pueden encontrar un cadáver… lo ponen en un ataúd. Hasta entonces sigues peleando. Porque debes hacerlo. Porque no puedes evitar que suceda otra vez. Porque, no importa cuántas vidas salves, no puedes traernos de vuelta». A su vez, forma parte también de la esencia de Batman, que sus padres mueran asesinados por un criminal en un callejón, ante sus propios ojos. Asimismo lo que agrega su madre: “cuando eres un niño, tienes un puñado de años de verdadera felicidad con tu padre y conmigo”. Recapitulando: después de los primeros años de infancia feliz de Bruce Wayne, sus padres son asesinados y, años después, se convierte en Batman hasta morir peleando; para luego renacer como Batman y poner en marcha la historia una vez más. Y esa es, según esta historia de Neil Gaiman, la esencia de Batman, lo que nunca cambia, lo que permanece aún cuando se producen modificaciones totales en el personaje, cada vez que «muere y renace».
Luego de toda la explicación final, hecha a través del diálogo entre Bruce y su madre, vemos expresado en las páginas del cómic lo que hasta ese momento se enunció reflexivamente: en efecto, Batman murió y ahora dejará de pelear, por algunos años se terminó. Batman se fue. Se despide de todo, lo deja ir, Batman se va. Y renace.